El marketing de emociones.
Cuando hablamos del cerebro y los procesos neuronales normalmente lo ligamos a temas relacionados con la razón y, de forma errónea, tenemos la creencia de que las emociones vienen del corazón.
En realidad las emociones también son controladas por nuestro cerebro, por tanto, también forman parte de las técnicas de Neuromarketing.
Existe un principio publicitario que afirma que, si mantienes a tu público ‘frustrado’, tendrás un mercado cautivo. Estos principios son muy bien aprovechados por compañías automotrices y por la misma Apple -quien mejor que ellos para controlar las emociones de sus clientes- y consiguen que el deseo de tener el mejor equipo celular o el coche más nuevo subsane el sentimiento de frustración de ‘no tenerlo’ o de que ‘alguien más lo tenga’.
El marketing de emociones tiene por objetivo estimular nuestro cerebro para conseguir que la reacción hacia las actividades realizadas desate una emoción y, con esta emoción, crear un vínculo entre el cliente y la marca.
Las emociones básicas son cuatro: tristeza, miedo, enfado o asco y felicidad. Podemos mediante un uso correcto de las técnicas de comunicación, crear piezas asombrosas y mensajes claros y dirigidos a nuestro target para fomentar la creación de dichos vínculos.
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¡Te deseo un excelente NeuroJueves!